Vive en santidad
En esta sesión, vemos el celo de Jesús sobre el templo y su propósito. Jesús había llegado recientemente a la ciudad de Jerusalén después de viajar desde la región de Galilea. Lamentablemente, cuando Jesús entró en el templo en Jerusalén, vio el uso inapropiado que se hacía de este como mercado en vez de casa de oración. Debido a su justo enojo, Jesús rápidamente y sin vacilar prohibió a todos usar el templo a menos que fuera por la razón correcta. Muchos probablemente se sorprendieron de que Jesús hablara y obrara con tal vehemencia. Sin embargo, en ese lugar reservado para la adoración a Dios sucedieron cosas indebidas. Jesús se propuso eliminar radicalmente las cosas que desagradaban a su Padre. Debemos tener también la misma actitud hacia las cosas que no agradan a Dios en nuestra propia vida.